lunes, 18 de julio de 2016

7 Errores que te Hacen Subir de Peso


Un estudio del American Journal of Clinical Nutrition afirma que muchas mujeres no logran perder kilos porque desconocen que ciertos alimentos que ingieren o hábitos que llevan a cabo actúan en contra de su objetivo.

Pero esto ya no tiene por qué ser así porque aquí te compartimos estos errores que te hacen engordar y ahora podrás evitarlos.

1. Beber cada fin de semana
De nada te sirve cuidarte entre semana si tomas más de dos copas de alcohol cada que llega el fin de semana.


2. ¿Lees las etiquetas?
Deberías hacerlo. Un estudio revela que las mujeres las leen, tienen 3 kilos  menos que las que no lo hacen.

3. Comida “light”
No nos engañemos;  al optar por este tipo de alimentos, nos confiamos y comemos más. Los productos light son bajos en grasas, pero muchas veces contienen las mismas calorías en carbohidratos que los productos normales.

4. Tomas poca agua
Por cada medio litro de agua menos que consumas tu cuerpo estará inflamado, no eliminarás toxinas y tendrás mayor volumen corporal.

5. Abusar de algún grupo de alimentos
Haz una lista de lo que comes diariamente y te sorprenderá darte cuenta que comes más de ciertos alimentos y dejes a un lado otros que pueden ayudarte a bajar de peso.

6. No te mueves
Este es uno de los típicos errores que te hacen engordar. Si crees que tu pérdida de peso se deberá sólo a lo que comes, te equivocas. Necesitas hacer alguna actividad física para tener resultados efectivos.

7. Comes ensaladas, ¿pero qué contienen?
¡No te confíes! Las ensaladas pueden tener muchísimas calorías escondidas. Si le añades nueces,  pasas y quesos, puedes estar excediendo las calorías de un plato de arroz.

Seguramente ahora que conoces los errores que te hacen engordar ahora sí logres bajar esos kilos de más  que tanto has deseado. ¡Estar bien depende de ti!

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miércoles, 27 de enero de 2016

El consumo de fresas reduce el colesterol

Un nuevo estudio sugiere que comer fresas diariamente puede reducir el colesterol y proporcionar otros beneficios para la salud del corazón.

La fresa (o frutilla) es una fruta fragante, alta en fibra, vitamina C, folato, potasio y antocianinas. Las antocianinas, que son compuestos antioxidantes llamados flavonoides, son los pigmentos (colorantes) producidos por muchas plantas para atraer a las aves y los insectos necesarios para la dispersión de sus semillas y la polinización.

Varios estudios previos han demostrado que el consumo de fresas podría reducir el riesgo de cáncer colorrectal. Además, la fresa podría ser utilizada como un anti-inflamatorio y podría ayudar a mejorar la absorción del hierro.
En un estudio reciente, los participantes saludables comieron diariamente 500 gramos de fresas durante un mes. Se recopilaron datos sobre sus niveles de colesterol, así como marcadores de estrés oxidativo y del estado antioxidante al principio del estudio, después de 30 días y otra vez 15 días después de terminado el estudio.

Los investigadores encontraron que el consumo de fresas redujo significativamente los niveles de colesterol total, de lipoproteínas de baja densidad (LDL o “colesterol malo”) y de triglicéridos en comparación con los mismos al inicio del estudio. Los niveles del colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL o “colesterol bueno”) no cambiaron. Los autores notaron que comer fresas también disminuyó los marcadores de estrés oxidativo e incrementó el estado antioxidante de los participantes.

Los autores concluyeron que el consumo de fresas puede tener beneficios para los niveles de colesterol, así como para el estado antioxidante, contribuyendo a la salud general del corazón.

http://tinyurl.com/reducirmedidas

martes, 3 de noviembre de 2015

Arandano el Gran Aliado para Combatir la Grasa




No es un detergente de última generación para lavar los platos, pero su efecto es similar: elimina la grasa. En este caso, la del cuerpo, que es la que favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Se trata del arándano azul (blueberry o mora azul), un fruto que, al igual que otras bayas, puede servir para mucho más que complementar las recetas de repostería.  Sus propiedades lo convierten en todo un superhéroe ya que además de reducir la grasa, ayuda a destruir microbios, combatir infecciones y a prevenir la formación de tumores. ¿No te animas a comerlo?

Te estarás preguntando: “¿Cómo es que un fruto tan pequeño puede resultar tan beneficioso para la salud?” La  respuesta está en unos compuestos químicos muy abundantes en el arándano azul y muchas otras frutas llamados polifenoles. Sus aportes a la salud han sido motivo de estudio y los resultados del mismo presentados en un congreso de Biología Experimental de la Sociedad Americana de Nutrición, celebrado en Washington, Estados Unidos.


Los investigadores observaron el efecto de los polifenoles a nivel molecular en los tejidos del ratón y comprobaron que reducían la diferenciación de las células no especializadas en adipocitos (las células grasas). En otras palabras: frenaban la formación del tejido graso.

Uno de los aspectos más prometedores de este trabajo es que, entre más cantidad de polifenoles se les daba a los roedores, mayores eran los efectos. Así, la dosis más baja produjo una reducción de tan sólo un 27% del contenido graso, pero este porcentaje subió al 73% cuando se aplicó la ración más alta. Sin embargo, los responsables del estudio advierten que los resultados son todavía preliminares y es necesario confirmar sus efectos en  los humanos.

El poder de los arándanos para combatir el sobrepeso y la obesidad ya se conocía, así como lo que representan los polifenoles, pero todavía no se sabe exactamente cómo se produce, qué dosis se recomienda o qué personas pueden beneficiarse en mayor medida.
  

Antioxidantes

Los especialistas en nutrición tienen muy presente el papel preventivo de estos componentes vegetales. Afirman que al comerlos, se disminuye la oxidación que ocurre en el organismo a través de los procesos del metabolismo, lo que conlleva al envejecimiento de las células. En las personas con problemas metabólicos (diabetes, hipertensión, obesidad…), este deterioro progresivo está mucho más acentuado, por lo que los expertos recomiendan incluir en la dieta una serie de alimentos ricos en antioxidantes, como el arándano. Resulta paradójico que a pesar de sus virtudes, su consumo sea poco extendido. Consúmelos frescos, en jugo y añádelos a postres, mezclados con yogur natural y hasta como un toque especial en ensaladas.

¿Deberíamos ingerirlos en mayor cantidad?

La mayoría de los especialistas en nutrición estiman que no tiene sentido obsesionarse con aquellos alimentos que se ponen de moda tras la aparición de estudios que ilustran sus beneficios. Es mucho más importante intentar consumir una dieta balanceada con un alto contenido en verduras y frutas frescas. Los expertos añaden que los polifenoles constituyen una gran familia y están presentes en casi todas las bayas y los frutos rojos.

Tenlo en cuenta la próxima vez que vayas de compras al supermercado. Lo interesante es que las propiedades de estas sustancias se incrementan al unirse a otros compuestos como la vitamina C, presente en cítricos, tomates, nabos, papas (patatas), camotes (batata dulce), fresas y el melón (cantaloupe conocido como en inglés), o los carotenos que encontrarás en la zanahoria, la calabaza, en mangos, manzanas y melocotones (duraznos), así como en vegetales de hojas verdes. 

Tanto la vitamina C como los carotenos actúan además como antioxidantes.  Sus beneficios no se limitan a combatir la grasa, sino que actúan además combatiendo a los microbios y evitando la formación de tumores. Y además ¡son deliciosos!

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